¿Cómo colgar cuadros decorativos?
Las paredes de nuestros espacios pueden ser un desafío en decoración cuando ya tenemos el resto del mobiliario seleccionado. Hay mucho más allá en el momento de seleccionar un cuadro, un espejo o un color de pintura.
Los cuadros, así como los espejos, son herramientas decorativas muy útiles a la hora de reforzar el estilo decorativo que elegimos para nuestros espacios, estos aportan valor al conjunto de mobiliario, siempre y cuando estén bien colocados, de lo contrario puede generar contaminación visual que destruye la composición armónica del espacio.
En la decoración de interiores no existen reglas absolutas, porque al final depende mucho del gusto personal, pero existen algunas guías que ayudan a tomar decisiones a la hora de colgar un cuadro.
Lo primero es identificar las paredes a las que les falta un detalle de decoración, generalmente son paredes que están a la vista ya sea en circulación, accesos, o incluso sobre la cama y el sofá.
Cuando hay un mueble debajo del cuadro, como una consola o una mesa de entrada, es importante que el cuadro no esté más cerca del cielo que del mueble inferior. Si no hay nada debajo, el cuadro debería estar a la altura de los ojos.
El tamaño de los cuadros dependerá del tamaño de la pared donde van, es importante que no haya un solo cuadro pequeño en una pared muy grande, cuando se tiene una pared muy grande se pueden hacer agrupaciones simétricas, trípticos o mosaicos variando tamaños y formas.
Para empezar a componer cualquier agrupación, marcamos una línea imaginaria central a la altura de los ojos.
Y a partir de ahí, para que el resultado se vea armónico y equilibrado, la composición debe estar centrada a esta línea imaginaria.
Si el cuadro va solo, debe quedar bien centrado y el color principal debe ir bien con el resto de la decoración del espacio, ya que será muy protagonista.
Si el cuadro va encima de un sofá o un cabecero, se puede dejar un espacio entre 15 y 25 cm, entre el final del mueble y el cuadro sin que quede muy pegado al cielo.
El cuadro siempre debe ser mas estrecho que el mueble sobre el cual se coloca, conservando las proporciones.
Si son varios cuadros, la regla básica es el equilibrio. Es importante considerar la separación entre unos y otros, esta separación también dependerá mucho del tamaño de los cuadros, es algo directamente proporcional, entre 10 y 15 cm para cuadros más pequeños y 20-25 cm para cuadros más grandes.